Quinta Semana de clases – La Ventanita
La construcción de la voz
Cada persona tiene un cargamento de palabras que usa, en esto está en juego nuestro pasado, nuestras experiencias de vida etc. El cómo las ponemos juntas y como las ordenamos, más allá de la técnica que podamos aprender al trabajar en la escritura, cada persona tendrá una diferente forma de leer, de entonar, de narrar incluso si está leyendo el texto escrito por otra persona, por eso llamamos a esto en forma general la voz.
En nuestra clase anterior se mencionó repetidamente el carácter que cada uno de nostros brinda a sus tareas al leer las mismas y como ya esa entonación, ritmo y pausas nos brindan diferentes formas de interpretar incluso en mismo texto. Aquí no tenemos tiempo de leer todos un mismo texto, pero si lo hicieramos, sentiriamos cosas diferentes al cerrar los ojos y solo escuchar las palabras leídas por diferentes narradores.
Cuando ponemos atención,podemos descubrir muchas cosas del otro porque cuando usamos el lenguaje muchas veces, la mayoría de las veces no lo hacemos en forma consciente. Las voces pues son un recurso importantísimos para reconocer las cualidades de los personajes, su ideología, traumas, deseos frustrados, miedos, prejuicios; esa voz debe de sonar natural en la narración. Por eso es que cuando creamos personajes en una historia, debemos de armarlos pensando en todas sus características.
Así pues uno de los recursos que he encontrado más usados en este acto es el escribir en un lugar aparte las características biográficas de los personajes a los que queramos dar vida, algo así como un curriculum vitae de cada uno de ellos. Comenzando en nuestro caso y desde nuestra realidad en esta amalgama de naciones en donde vivimos, el país de origen, edad, género, nivel socio económico cultural, etc. Teniendo en cuenta estos detalles podemos entonces comenzar a hilar nuestra historia….si, para los que están pensando cuál será la siguiente tarea, esta será el crear la historia de los personajes y luego echarlos a tomar vida en una pequeña historia.
Ya aquí por ejemplo, si vamos a una fiesta aquí en Nueva York, podemos después de unas cuantas palabras intercambiadas con las personas asistentes a la misma fiesta saber si el inglés es su lengua nativa y si no lo es quizás incluso cuál es su posible origen, en el caso de que esta persona hable español se nos hace más fácil, saber cuál es su país de origen y quizas aun mas especifico su cultura a través del uso de las palabras.
Video: Escribir a partir del final
Escribir a partir del final significa que nosotros vamos a planificar e imaginar la trama en la que los personajes cuyas biografías y voces ya tenemos en mente van a vivir y van a actuar. Sabiendo de antemano el final, podemos hacer y revisar el hilo que cuenta la historia mejor. Esto quiere decir que es tener el boceto de un cuadro ya hecho en un pedazo de papel si es que hablamos en forma de material visual, como el texto con figuritas creadas, cuadro a cuadro para una película, este boceto luego se pierde en el camino, pero la idea original y la trama ya está hecha. Cada autor tiene una forma particular de ingresar a la creación literaria, esto no es una fórmula, pero sí ayuda a crear una técnica que facilite la creación literaria y el éxito al contar una historia.
El ritmo en la escritura.
El ritmo fónico: La musicalidad de las palabras, algo que los colombianos saben hacer muy bien y que otros países en su uso encuentra más difíciles es por ejemplo lo que nos seduce y mantiene la armonía del relato en algunas historias.
Video: El equilibrio y el ritmo en la escritura:
https://www.youtube.com/watch?v=Rmas6N6mT4c
Uno de los aspectos a veces más olvidados en el arte de narrar , y, sin embargo, imprescindible, es el ritmo con el que el texto avanza y con el que los acontecimientos de suceden. El ritmo es la sensación de rapidez o lentitud con la que el relato hace llegar la historia al lector.
Es algo que es sencillo de percibir: leyendo un relato o una novela, todo el mundo puede darse cuenta de que ese texto va a un ritmo rápido o lento. Pero, ¿cómo se consigue ese tempo de la historia? ¿Qué elementos influyen para que un texto se nos haga lento o rápido?
Es importante conocerlos para aprender a utilizarlos y saber cómo hacer si queremos dar más rapidez -o menos- a nuestras historias. Vamos a verlo aquí:
LOS TRES ELEMENTOS DEL RITMO NARRATIVO
El ritmo se vertebra sobre tres elementos: la escena, la descripción y el resumen. Las tres tienen que ver con la sensación del tiempo que damos a la historia.
La escena es contar lo que ocurre a tiempo real, como si lo estuviéramos presenciando delante de nosotros, como una película. Es donde ocurre la mayoría de la acción y los diálogos.
Es una parte de la narración que ocurre en un solo tiempo, un solo lugar, una sola acción. La escena coloca al narrador en medio de la acción dramática, asistiendo a ellos como un espectador.
Como el lector lo VIVE segundo a segundo, la escena es la parte narrativa que tiene más emoción y por eso es importante que las usemos para los momentos claves de nuestra historia.
La descripción es la detención del tiempo para mostrar, al detalle, lo que describimos. Es como dar a “pause” durante la película, o como esos planos lentos en los que la cámara se recrea en la fachada de una mansión, o en el camino que se interna en el bosque, para que nos fijemos en cada pequeño detalle.
Es el retrato de personajes y cosas (paisaje, ambiente, lugar…) que aparecen en la historia. Es un momento muerto, un kit-kat en la acción en el que nada relevante ocurre. Nos sirve para dar detalles, para ambientar… o para ralentizar el ritmo de la historia, si es lo que necesitamos.
Las descripciones nos sirven mucho para ambientar, documentar y crear sensaciones en la novela o relato, así como para conocer mejor a los personajes o lugares, y dar detalles que luego pueden ser relevantes. Pueden ser más breves o más largas. Lo único que hay que tener en cuenta es que este “tiempo muerto” narrativo ralentiza el ritmo.
El resumen, por el contrario, acelera el tiempo narrado. Se trata de contar muchas cosas en un corto espacio de tiempo.
Es la narración a vuela pluma de los hechos y circunstancias que no son fundamentales en el relato, pero deben conocerse para entender la situación de la historia.
Muchas veces es el pasado del personaje lo que se narra, su ambiente familiar, la situación histórica en la que está viviendo… Condensa también en una sola frase un periodo de tiempo en el que nada o poco ocurre (“Pasaron tres años…”), o en el que todo lo que ocurre es parecido, y narrarlo sería repetitivo (“su vida continuó como siempre: reuniones, citas con ella en las que ninguno se atrevía a decir lo que sentía”)
*Fuera ya de estos tres elementos narrativos, que se complementan entre sí, nos encontramos con otra técnica que conviene dominar para dar esa sensación de ritmo lento o rápido en la historia: la extensión de las frases.
La misma escena, descrita con frases largas, nos dará una sensación de que todo transcurre lentamente; mientras que si la narramos con frases más cortas (y diálogos cortos) la persona que lee se llevará la impresión opuesta.
Link al video demostracion de como dibujar una habitación usando un punto de fuga:
Escribir y dibujar un cómic.
Caracteristicas:
Tres personajes.
Ocho cuadros.
Intro/ Descripción de la escena.
Nudo/conflicto
Sorpresivo desenlace.
Fotos: Michelle Melo
Textos: Guido Garaycochea